Viajar a Cusco para recibir un nuevo año es mucho más que conocer templos y calles coloniales. Es darle a tu cuerpo y mente un reseteo en medio de montañas imponentes, lagunas de colores y senderos llenos de historia. Y si hay algo que permite conectar de verdad con este destino, es caminarlo.
Si estás planeando iniciar el año con propósito y paisajes inolvidables, estos 6 trekkings son experiencias que te recargan desde adentro.
La postal clásica de Cusco, y con razón. El trekking comienza en Soraypampa, rodeado de nevados y el contraste entre la laguna turquesa y los glaciares crea una sensación poderosa de inicio, como si el paisaje te invitara a cerrar ciclos y abrir otros.
Lo esencial
Por qué vale la pena en año nuevo
Esa vista del nevado Humantay reflejado es la definición de “renovar energía”.
Un fenómeno geológico único. En esta temporada hay menos gente, más silencio y mejores momentos para contemplarla sin prisa.
Lo esencial
Por qué vale la pena en año nuevo
Se siente especial llegar cuando las montañas están más verdes y la atmósfera limpia.
Una caminata tranquila, accesible y sorprendente. La laguna refleja el cielo como un espejo y el entorno invita a desconectar.
Lo esencial
Por qué vale la pena en año nuevo
Es perfecta para empezar el año despejando la mente, respirando aire puro y disfrutando un lugar poco concurrido.
Una caminata que combina la energía del agua con la mística de ruinas preincaicas. Excelente alternativa si no quieres hacer largas distancias.
Lo esencial
Por qué vale la pena en año nuevo
Es íntimo, auténtico y no masivo; un mix natural-cultural memorable.
La versión de 1 día permite vivir la esencia sin la caminata extensa. Llegar a Machu Picchu por la Puerta del Sol no se olvida.
Lo esencial
Por qué vale la pena en año nuevo
Es una forma simbólica y poderosa de empezar el año: caminando hacia una maravilla del mundo.
Experiencia accesible y significativa. Un bosque de árboles, rocas, senderos, cuevas y vistas panorámicas y bellísimas de la ciudad.
Lo esencial
Por qué vale la pena en año nuevo
Reflexivo, accesible y perfecto para una conexión tranquila con la naturaleza.
Cusco se vive caminando, respirando y sintiendo, pero también descansando. En Atoq San Blas buscamos que esa misma energía tranquila continúe: desayuno completo para recuperar fuerzas, vistas amplias a la ciudad que inspiran calma, acceso rápido a puntos de partida para rutas, y espacios pensados para llegar y relajarse, tomar algo caliente y cerrar el día con paz. No es sólo hospedaje; es mantener viva la experiencia del trekking con comodidad y silencio, justo en el corazón de San Blas.